Nacido en Estocolmo, de madre alemana y padre ruso-finés, Allan Corduner es un ejemplo de obcecación y amor por la profesión artística. Su madre llegó a Inglaterra escapando en 1938 de la Alemania nazi, y su padre pertenecía a una familia de judíos sefardíes. Con apenas un año de edad, Allan siguió a su padres, que se instalaron en Londres, ciudad que le concedió todas las oportunidades posibles para labrarse una carrera artística profesional. Si bien sus padres inculcarían en él la pasión y la disciplina necesaria para que llegara a ser concertista de piano, Corduner se mostraría más fascinado por el mundo del teatro y la interpretación de Shakespeare. No obstante, Allan Corduner es un notable pianista de jazz. Pero sería la pasión por el teatro lo que le llevaría a formarse en la Escuela de Teatro Bristol Old Vic y en la universidad de Bristol.

Tras su debut profesional, realizando toda suerte de teatro musical, su ímpetu por el arte de la interpretación le ayudó a probar suerte también en la televisión y el cine, donde debutaría en 1982 actuando junto a Bárbara Streisand en Yentl. Pero se le reconoce mucho más por su trabajo para el cineasta Mike Leight en el drama musical de época Topsy-Turvy. En 2005 su participación en el Mercader de Venecia, y tres años más tarde en la cinta bélica Resistencia, le impulsarían definitivamente abriéndole los caminos del mercado internacional.