Cuando Bernice desaparece sin dejar rastro, su abuelo, el señor de la guerra conocido como The Governor, saca a un ladrón de bancos de la cárcel, le obliga a vestir un traje de cuero equipado con bombas y le da un plazo de cinco días para recuperarla o sufrir consecuencias explosivas. En su aventura, el ladrón buscará también redimirse de sus pecados.

Sion Sono (El bosque sangriento) uno de los outsiders más estimulantes del cine japonés, se pone a los mandos de su primera experiencia en Hollywood, Prisioneros de Ghostland, un thriller postapocalíptico que bebe de mitos como la saga Mad Max o 2013: Rescate en L.A. de John Carpenter (y secuela). En este excesivo, loco y desvergonzado homenaje al cine de acción, la cinta combina elementos del western y el cine de samuráis para dar algo de coherencia a la misión suicida de un ladrón en busca de la redención. El oscarizado Nicolas Cage ( Color Out of Space) se mueve como pez en el agua a través de este mundo excéntrico de señores de la guerra y trajes de cuero explosivos. Le acompañan en el reparto Sofia Boutella ( Hotel Artemis), Nick Cassavetes ( Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia!) y Bill Moseley (La Matanza de Texas 3D), entre otros.