Joe Doucett despierta en una habitación con televisor. Tras la sorpresa inicial, descubre que ha sido secuestrado y que sus captores le mantienen encerrado por motivos desconocidos. A través de la televisión, descubre que su esposa ha sido asesinada y que él es el principal sospechoso. Vengarse de su carcelero es lo que le mantiene cuerdo a medida que pasan los años de cautiverio. A los 20 años es liberado y un mensaje de su secuestrador le insta a descubrir la razón de su encarcelamiento.

Basado en el manga de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, el realizador surcoreano Park Chan-wook dirigía en 2003, "Oldboy", el segundo largometraje de la denominada "trilogía de la venganza", un thriller agónico y violento que se convertiría en una auténtica cinta de culto para los aficionados del género y que lograría el reconocimiento de festivales cinematográficos de prestigio como el de Cannes (Gran Premio del Jurado en 2004) o el de Sitges (Mejor Película). Los conceptos del aislamiento, la represión, la venganza, la conciencia, la culpabilidad y la redención de la historia original llamaron la atención del director afroamericano neoyorkino Spike Lee (Los chicos del barrio, Haz lo que debas, un auténtico fan de la película de Chan-wook (el denominado nuevo Tarantino asiático), para hacer un remake. Con guión de Mark Protosevich (Soy leyenda), "Oldboy (2013)" sigue las pautas de la cinta anterior, pero con una violencia más explícita y una atmósfera más angustiosa para el espectador.

El papel del desafortunado Joe Doucett, un ejecutivo publicitario de éxito, recae en el nominado al Oscar, Josh Brolin (Milk). El que fuera integrante de "Los Goonies" y protagonista de "No hay país para viejos" se rodea en "Oldboy (2013)" de rostros conocidos del cine norteamericano como Samuel L. Jackson (Pulp Fiction), Elizabeth Olsen (Amor y letras), Sharlto Copley (Distrito 9) y Michael Imperioli (Los Soprano).