Bajo tierra está el cielo. Ése es el lema de la discoteca Metro. Acercarse a este local es experimentar el ambiente a una temperatura muy subida. La clientela tiene entretenimiento garantizado con espectáculos, fiestas y concursos, en los que se potencia la frivolidad. Suele ser el local donde los que aún están en el armario se deciden a dar el primer paso. Con dos pistas, tres barras y hasta un laberíntico cuarto oscuro, quizá el más famoso de la capital catalana y sobre el que se cuentan multitud de historias. Tiene una sala de música electrónica y una sala de música pop y pachanguera.